Lamentablemente, hemos de comunicar el fallecimiento, anteayer, de la esposa de un buen amigo, un buen cartero, un buen concejal, una buena persona; amable, servicial, alegre y más apañao que un jarrillo de lata, como dicen en Andalucía. Hablamos de la cónyuge que fue de Pepe, el cartero. Así se entiende antes y mejor.
La familia Hernández Martínez va perdiendo efectivos por sus raíces y tronco, mientras la ramas siguen abundantes, sanas y vigorosas como es ley de vida y natural, por otra parte. Árbol frondoso que, echando la vista atrás, se arraiga los siglos XIX y XX en D. Antonio Hernández Repilado y doña Manuela Barrancas López, padres de D. Felipe y en D. Ricardo Martínez Flores y doña Catalina Perera Mulero, padres de doña Remedios. D. Felipe y D.ª Remedios se unieron en matrimonio en 1934 y tuvieron 4 hijos: D. Manuel, D. Antonio, D.ª Dolores y D.ª Catalina, desposados respectivamente con D.ª María Águedo Cumplido, D.ª Aurelia Hernández Martínez, D. José Parra Hernández y D. Domingo Rasero García. Todos pusieron sus granitos de arena para que el árbol siga expandiéndose con nietos, biznietos….
A toda esta gran familia apreciada y valorada en su pueblo y fuera de él por laboriosos, honestos, simpáticos, serviciales, humildes, sencillos… buena gente, nuestras más sinceras condolencias con una mención especial para su hijo y para su viudo, por colega. Que descanse en paz y goce, de nuevo, en compañía de su querida hermana melliza, sus amados padres, hermanos y demás seres queridos allá en el Paraíso en el que se encontrarán.
HIGUEREÑEANDO De ayer a hoy... a siempre 