La mirada es un altar. / Abre ojos, abre oídos, / pule el tacto, que es Pasión / y Dios busca el corazón / a través de tus sentidos. (Lutgardo G.ª Díaz. Pregón S. Santa. Sevilla 2015)
Viernes de Dolores. Limen de cualquier Semana Santa, pero de la nuestra mucho más; en ese día tiene lugar un acto que ha arraigado plena y profundamente en la entraña higuereña y que ha ido adquiriendo preponderancia en las celebraciones de la que otrora se la llamaba Semana Mayor. Este año ha proclamado alguien que ha mamado el «humildismo», que ha aprendido a querer y a priorizar al Sr. de la Humildad como faro, meta y camino de quien fue Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo muchos años y que desde el mismo ambón pregonó el año 2015. Hijo y padre pregonando. Es la segunda vez que se da esta dualidad y ambas en la misma familia. El otro binomio: D. José Martín Ramos y D. Alfredo Martín Alfonso.
La liturgia del acto fue la misma de siempre: Hermano Mayor presentando la ceremonia, pregonera del año anterior (D.ª Tomasi Camacho Moro. Informada, concisa, elegante, expresiva) haciendo los honores al protagonista de hogaño, pregón, entrega de la placa y besamanos de Ntra. Sra. de los Dolores.
La exposición de este año fue, en la forma, sobria, justa, precisa, carente de engolamientos, falsas modestias y farragosos alargamientos; ilustrada musicalmente con precisión, justedad y consonancia con bella música interpretada en las ochenta y ocho teclas por su hermana Raquel.
Eligieron tres composiciones de altura: Ave Verum Corpus (Salve, Cuerpo Verdadero) de W. A. Mozart. Un motete en Do Mayor compuesto en 1791 para la festividad del Corpus Christi. Basado en un himno eucarístico del s. XIV atribuido al Papa Inocencio VI. La celebérrima Ave María de Franz Schubert y Cerca de Ti, Señor (Nearer, My God, to thee), de Lowell Masson. Se la conoce como la «melodía del Titanic» pues algunos supervivientes afirman que era la composición que interpretaba la orquesta del transatlántico mientras se hundía; otros aseguran que era Autumn (Otoño), de Archibald Joyce. La cierto es que el director, Wallace Hartley, era un enamorado de la canción del americano y quería que se tocase en su funeral. Se non è vero, è ben trovato.
En cuanto al contenido, me atrevería a llamarla proclamación en tanto que declaración de sentimientos, pensamiento, vivencias y convicciones que configuran una sinergia cuya suma supera los sumandos. Ya el comienzo es indiciario pues invoca al Señor para que el Paráclito le ayude en la tarea de llegar al corazón de la concurrencia, como se lee en el Salmo 103 de la Dominica de Pentecostés. También se nota la valentía poniendo de manifiesto sentires que están lejos de las modas, «religiones» y corrientes en boga. Hoy que todo es -ing, dot zero, woke, etc. se valora la defensa y el conocimiento de los eternos valores de una cultura y una religión que ha sido santo y seña de nuestra Patria desde hace dos mil años. No hay más que fijarse en la frase que pone broche de credo a su manifiesto: «Y esta es la Fe que profeso, la que me transmitieron mis padres.» Resumiendo: impactante.
Mejor que entretenerse en mis torpes palabras y pobres opiniones, empleen su tiempo en leer, escuchar y ver el Pregón de la cruz a la fecha, como se decía antes, abriendo el PDF (Las corcheas que aparecen en el texto marcan los párrafos con acompañamiento musical) o el enlace que tienen debajo.
https://www.dropbox.com/sc/pq34z5dtcx47cam/AADnfYemxQz6arBLHIe0GNsea
Nuestro eterno agradecimiento al trigésimo pregonero, D. Jaime Alfonso Miranda, por el material entregado y las facilidades ofrecidas.
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