Refrán antiguo corroborado por este otro: «Cada día gallina, amarga la cocina.».
Retomamos y complementamos la noticia del ascenso a brigada de la G. Civil de sargento comandante del puesto de nuestro pueblo, D. Miguel Gallego Pérez, que ascendió a brigada en junio de 1968. En donde llevaba casi siete años.
Por cierto, en Valencia del Mombuey paró menos que el tren en «Los Jarales». Este último dicho era frecuentísimo en las conversaciones higuereñas en los siglos pasados. Esta estación está en la línea Zafra-Huelva entre Valencia del Ventoso y Fregenal. Su nombre completo es Los Jarales-Bodonal. Desapareció como tal en los años 60 del pasado siglo. D. Aurelio Rasero Cárdeno tenía una finca, «El Judío», en sus aledaños. En plena canícula del año 1954, cerca de esta estación tuvo lugar un terrible accidente ferroviario del que les ofrecemos los titulares aparecidos al día siguiente en el diario HOY y los principales datos. El ABC metió la gamba. ¡Eh…rata!
Veintidós días. Puente provisional acabado. Circulación restablecida. Se dieron prisa (no PRomotora de Información). Eran -de todo tipo- otros Puentes.
Lean, deléitense, instrúyanse -quienes no lo estén- con este recorrido por la línea férrea Zafra-Huelva realizado en 1888. Un dechado de erudición, bien y buen contar y amenidad. Bello y curioso. Lo firma Ricardo Becerro de Bengoa, erudito, científico y político; nació e Vitoria el 7 febrero de 1845 y falleció en Madrid el 1 de febrero de 1902.
Para que tengan una idea de quién fue don Antonio Cruz Valero, un gran prócer pacense que murió en Badajoz el 28 de abril de 1978 a los 95 años y el motivo por el que se le envío la anilla.. Tiene calle en Badajoz.
El porqué de la publicación de esta página de «10 minutos» está en el nombre que falta, subrayado. Para unos muy fácil, para otros una adivinanza. Para todos un «de qué hablar», un cotilleo. Nombre de un hombre sevillano criado en Higuera, con profundas raíces en ella, y a la sombra de la Pulchra leonina.
Siguiendo con refranes. Después del de San Juan, otro como humilde homenaje a tres higuereños: dos grandes galgueros y seres humanos y un enorme fotógrafo y persona. A saber, Los Eduardos, padre e hijo, y Feliciano Rui-Díaz a quien le he tomado las dos fotos lebrunas (arrogándome su permiso. Gracias) y las he «cosido».
Cazadores de antes y de siempre.
La fama que tienen los cazadores de exagerados y embusteros viene de muy atrás. Lean, lean.
Un problema para que las neuronas se ejerciten y se pongan como Rambo y las meninges adquieran elasticidad. No miren primero la solución. No se hagan trampas.
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