CUMPLEAÑOS DE LA CALLE LLANO

13/10/2017 · Archivado en Sin categoría

«El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo;

 y eso no es cierto.

El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo;

y eso sí es cierto».

 (Camilo Jose Cela)

El titular no es del todo exacto. No es realmente el cumpleaños de la calle Llano como tal, sino de esa calle pero con su nombre actual y oficial, es decir Juan Hernández Castilla.

Foto circa 1920

¿Quién fue ese señor? Un higuereño que nació en esa calle un 31 de agosto de 1895, hijo de D. Juan Hernández Castilla y de D.ª María Gómez Martínez. Se fue al seminario, pero lo dejó y estudió Filosofía y Letras en Salamanca y devino en profesor de Lengua y Literatura del Instituto de Enseñanza Media de Badajoz, escritor, poeta y periodista, redactor del Correo Extremeño y el Noticiero Extremeño, pacenses. Desgraciadamente murió muy joven; a los 34 años, un 27 de septiembre de 1929. Se quebró, en agraz, una carrera y un estelar futuro, más que prometedores, reales. Otro día nos ocuparemos extensamente de la persona; hoy de su calle.

La iniciativa de dar su nombre a la calle en que nació, fue de otro higuereño de casta, sangre y tuétano, D. José León; maestro -con mayúsculas- escritor y corresponsal del diario HOY, en cuyas páginas plasmó su idea en una crónica que se publico en el diario del 5 de octubre de 1934. Tal que así, al pie de la letra.

«CRÓNICA DE HIGUERA LA REAL

UN OLVIDO Y NECESIDAD DE REPARACIÓN

Hace tiempo que Higuera la Real tiene por cancelar una deuda con uno de sus más fervorosos hijos, por desgracia ya desaparecido.

Me refiero a aquel que en vida se llamó Juan Hernández Gómez y que en el periodismo provincial llegó a popularizarse con el seudónimo de Juan Castilla.

Juan Castilla es un símbolo para Higuera la Real. Su vida fue la de un trabajador perseverante. ¿Quién olvidará que sólo en las convocatorias de junio y septiembre de un curso logró alcanzar el título de bachiller? ¿Cómo no traer a la memoria sus largas vigilias en el “Noticiero” y en el “Correo Extremeño”, donde tanto luchó por la causa católica en trabajos de tan diversa índole como la poesía y el artículo?.

Juan Castilla fue un inspirado poeta. Unos Juegos Florales en Almendralejo lo revelaron como tal.

Sus versos eran sonoros y armoniosos como en “El juglar de la Raza”; encendidamente religiosos como en su poesía a la Virgen de la Piedad; delicados y emotivos siempre como rosas nuevas de un rosal joven, pletórico de tradicionales sentires.

Juan Castilla, que era una mentalidad, fue todo corazón. Corazón que vivía por su pueblo, que velaba por Extremadura y que se enorgullecía de haber sido mecido por las auras de sus campos ubérrimos.

La muerte sorprendió a Castilla en plena juventud, cuando licenciado en Filosofía, se preparaba para unas oposiciones a cátedra.

Aquel luchar incesante en las lides periodísticas, su labor docente en la cátedra de Italiano del Instituto de Badajoz, sus largas horas de estudio minaron su cuerpo.

Nuestro paisano contó en Badajoz, donde residía, con unánimes simpatías y adhesiones. Entre alumnos, profesores, periodistas y literatos llegó a profesársele gran cariño y admiración sincera.

Hoy que han transcurrido algunos años de su muerte, Higuera la Real le debe una reparación. Algo que perdure a través del tiempo y que pregone el amor hacia quien tanto la amó.

Juan Castilla nació en la calle Llano, de nuestro pueblo. ¿No sería un acto simpatiquísimo rotular con su nombre a la calle que le vio nacer?

En HOY dejo consignada la iniciativa. Que los ediles de nuestro ayuntamiento sepan recoger la idea y convertirla pronto en una realidad.

Extremadura y todos los que en vida amamos a Juan Castilla agradeceremos esta reparación a aquel olvidado.

José León DOMINGUEZ»

¿Los ediles del Ayuntamiento supieron recoger la idea y convertirla pronto en una realidad o la dejaron en el cajón de los expedientes olvidados? Pues la hicieron realidad. El mismo corresponsal se hace eco de ello en su crónica aparecida en el diario del día 16 del mismo mes y año. Literalmente.

«ACUERDO PLAUSIBLE

Higuera la Real, 15.- El Ayuntamiento de esta villa, en sesión celebrada anteayer, acordó por unanimidad rotular con el nombre de Juan Castilla a la calle que vio nacer a tan notable periodista y tan excelente poeta. Como quiera que en mi crónica del día 5 propuse dicha iniciativa, desde estas columnas testimonio mi agradecimiento a la Corporación municipal y concejales que votaron dicha propuesta.

El pueblo entero sentía íntimamente este deseo y es el primero en elogiar el acuerdo del Ayuntamiento que responde cumplidamente a subsanar un olvido hacia quien tanto amó ensalzó a su pueblo natal.»

Pues nada más; ya saben que DESDE EL SÁBADO, 13 DE OCTUBRE DE 1934, -entonces se trabajaba las  vísperas del domingo-, día de San Eduardo,  la calle Llano cambió de nombre y se llama Juan Castilla.

Calle Juan Castilla, Corpus 2014

OCHENTA Y TRES AÑOS TIENE «LA CRIATURA». La realidad es esa, aunque en honor a la verdad hay que admitir que el nombre, lo que se dice cuajar, no cuajó.

イゲラ·ラ·レアル

Y como hoy es aún San Eduardo, nuestras FELICITACIONES a todos los Eduardos y Eduardas , con especial dedicación a D.ª Edu Domínguez Ruiz y al trío de los Eduardos Ruiz, con «La Trailla» y sin ella.

イゲラ·ラ·レアル

Y ya que estos días son de flamear banderas, grímpolas y gallardetes de nuestra nación, recordemos que, bajo el Reinado de Isabel II, un 13 de octubre de 1843 (Gaceta de Madrid, 15.10.1843), durante la Regencia del General Espartero, en el gobierno moderado de Salustiano de Olózaga y siendo Presidente del Gobierno, D. Joaquín María López de Oliver y López de Platas (Villena, Alicante, 15.8.1798 – Madrid, 14.11.1855),  el ministro de la Guerra, a la sazón D. Francisco Serrano y Domínguez, Duque de la Torre, (S. Fernando, Cádiz, 17.12.1810-Madrid, 25.11.1885), firmó un decreto por el que, de manera definitiva, se reconocía como nacional la bandera de colores rojo, amarillo y rojo, y se ordenó que todas las unidades militares españolas utilizaran la misma bandera.

EN ADELANTE -desde hace 174 años-,TODAS LA BANDERAS SERÍAN ROJAS Y GUALDAS.

Solo cambiaron los escudos y, durante la Segunda República, se cambió la franja inferior roja por la morada.

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